Durante décadas, los científicos han intentado descubrir la relación entre los grupos sanguíneos y el desarrollo de tumores malignos.
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Cada vez hay más pruebas de que el grupo sanguíneo (AB0) desempeña un papel clave en el desarrollo de diversas enfermedades humanas. Diversos estudios han demostrado una relación entre el cáncer y el grupo sanguíneo (AB0). La presencia o ausencia de determinados antígenos se considera un signo de malignidad en muchos cánceres comunes.
Algunos marcadores tumorales son en realidad antígenos conocidos del grupo sanguíneo.
Aunque los científicos llevan tiempo intentando deducir una relación entre los antígenos del grupo sanguíneo y el riesgo de cáncer, la cuestión sigue abierta.
Expertos del Laboratorio de Genómica Traslacional del Colegio de Médicos han estudiado el riesgo genético de cáncer de páncreas y han hallado un vínculo entre el grupo sanguíneo y esta enfermedad.
Y los oncólogos médicos han sugerido que los pacientes con sangre del tipo 2 tienen un 20% más de incidencia de cáncer de estómago que la población general.
En 2010, científicos de Florencia recopilaron datos estadísticos para determinar la dependencia de la gravedad del melanoma maligno del grupo sanguíneo.
Se realizó un análisis retrospectivo en el que participaron 38321 pacientes con este diagnóstico. Los sujetos se seleccionaron por raza y sexo para reducir otros factores que afectasen a las estadísticas. El estudio reveló que el 49,4% del 100% de los pacientes con cáncer pertenecían al grupo sanguíneo 0 (I). Sin embargo, la asociación entre el grupo sanguíneo y el desarrollo de melanoma maligno no se evaluó por completo en este trabajo debido a problemas de financiación del proyecto.
Otro grupo de científicos del Roswell Park Cancer Center (estado de Nueva York) analizó a 168 pacientes diagnosticados de melanoma (de los cuales el 53,6% eran varones y el 46,4% mujeres). Los investigadores concluyeron que el grupo sanguíneo influye en las posibilidades de sobrevivir a la enfermedad. El estudio no se diseñó originalmente para encontrar una relación entre el grupo sanguíneo y el cáncer, ya que los pacientes se encontraban en distintas fases de la enfermedad.
Pero cuando se compararon todos los datos, observaron una relación entre la tasa de supervivencia y el grupo sanguíneo en relación con la enfermedad. Los científicos descubrieron que las mujeres con grupo sanguíneo A (II) tenían una mayor tasa de supervivencia que las del grupo sanguíneo 0 (I). Sin embargo, en comparación con todas las pacientes, las del grupo sanguíneo A (II) tenían muchas más probabilidades de sufrir lesiones tempranas que las del grupo sanguíneo 0 (I).
Todavía se está investigando este fenómeno y es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas.
Científicos de la Universidad Karolinska han teorizado que las personas con el segundo grupo sanguíneo (A (II)) son menos propensas al cáncer. Por el contrario, las personas con el grupo sanguíneo 1 (0 (I)) corren riesgo y necesitan un diagnóstico más cuidadoso y un seguimiento regular.
Otros estudios han descubierto que las personas con los grupos sanguíneos dos (A (II)) y cuatro (AB (IV)) tienen una mayor incidencia de cáncer.
Opinión de los expertos:
En la actualidad se sabe con certeza que la predisposición hereditaria al cáncer es significativa en aproximadamente el 20 por ciento de los casos.
A pesar de la cuidadosa atención prestada y de las investigaciones realizadas por colegas de distintos países, las opiniones siguen siendo divergentes y este tema requiere un estudio más profundo.
Aún no hay pruebas claras que confirmen una relación directa entre el cáncer y los grupos sanguíneos.
